SONETO 29

Cuando en desgracia con la Fortuna
y los ojos de los hombres lloro
solitario sobre mi triste abandono
y turbo con mi llanto al sordo cielo,
me contemplo a mí mismo y maldigo mi destino.
Deseándome semejante al más rico de esperanzas,
de facciones como las suyas y amistades como las que tiene,
envidiando el talento de éste y el poder de aquél,
con lo que más disfruto, menos me contento.
Ante estos pensamientos, cuando me desprecio a mí mismo,
felizmente pienso en ti y, entonces, mi ánimo
(como la alondra al romper el día, alza su vuelopor la tierra sombría)
canta himnos ante las puertas del cielo.
El recuerdo de tu dulce amor trae tal riqueza que entonces,
desdeño cambiar mi estado por el de los reyes.
WILLIAM SHAKESPEARE



Comentarios

  1. Querida Blanca, acabo de descubrir tu blog, no sabía que lo tenías, fue una hermosa sorpresa!
    Por aquí me verás visitándote y leyendo tus entradas, me quedo reflexionando estas palabras de Shekespeare. Un fuerte abrazo!

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