“Lxs niñxs y las
abuelas tienen esa complicidad difícil de explicar…con un simple
abrir y cerrar de ojos entienden todo. Parece que les viene de
adentro, de siempre. De voces de antaño…de sueños ancestrales, de
Memorias cautivas en el corazón y en el alma”
Las Bibliotecas
Escolares están llenas de voces y de palabras escritas que merecen
sacar a relucir. A pasear de vez en cuando.
Las grandes
contadoras y aliadas en nuestra empresa son ELLAS, las abuelas a
quienes este trabajo está dedicado y a quienes haremos mención en
todo momento porque somos frutos de esa cosecha. “Las contadoras,
las charletas, las narradoras, las cantoras, las ponedoras de
voz”…(No me imagino a mí misma siendo Bibliotecaria sin haber
pasado por mi vida Doña Vitó, esa india guaraní que secó mi
frente de sudor cuando correteaba por sus pasillos, ésa que me
contaba largas historias con finales abruptos y me cantaba sus nanas
y chamamecitos y a quien tuve el placer de tener de Abuela.
La importancia de la
Nana y la Canción de cuna
Ciertamente cuando
niñxs despertamos a una nueva vida fuera del útero de nuestras
madres.
Las voces que alguna vez nos arrullaron, nos contaron historias mágicas están allí esperando salir para volver a emocionar...
Las voces que alguna vez nos arrullaron, nos contaron historias mágicas están allí esperando salir para volver a emocionar...
DOÑA VITÓ LLENÓ MIS MAÑANAS
DE MÚSICA Y POR
LAS TARDES NOCHES
CEPILLABA MIS CABELLOS
CON SUS NANAS Y SONIDOS
Contar, contar...cantar, cantar.
Cuánto bien nos hace repasar la memoria de nuestras almas de niñx
GURISITO COSTERO
Noche calma sobre el río:
sueño, trabajo y querer;
ya va el pescador curtido
recogiendo el espinel
Allá en el rancho la madre
mece, con tierna emoción,
una cunita de sauce,
entonando esta canción.
Gurisito costero, duérmase.
Si se duerme, mi amor,
le daré chalanita de ceibo,
collar de caracol.
El niño ya se ha dormido.
La luna salió a mirar,
hamacándose en las aguas,
por entre el camalotal.
La risa juega y el canto
parece que viene y va;
en eco dulce se pierde
por el río Paraná.
Gurisito costero, duérmase.
Duerma, duerma mi amor.
Crecerá junto al río, mi cielo.
Será buen pescador.
sueño, trabajo y querer;
ya va el pescador curtido
recogiendo el espinel
Allá en el rancho la madre
mece, con tierna emoción,
una cunita de sauce,
entonando esta canción.
Gurisito costero, duérmase.
Si se duerme, mi amor,
le daré chalanita de ceibo,
collar de caracol.
El niño ya se ha dormido.
La luna salió a mirar,
hamacándose en las aguas,
por entre el camalotal.
La risa juega y el canto
parece que viene y va;
en eco dulce se pierde
por el río Paraná.
Gurisito costero, duérmase.
Duerma, duerma mi amor.
Crecerá junto al río, mi cielo.
Será buen pescador.
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